Si bien en 2020 y lo corrido de 2021 muchos estudiantes tuvieron que volver a casa porque las actividades académicas fueron migradas a la virtualidad y el mercado de las residencias universitarias se vio impactado; hoy con la llegada de las vacunas y con alrededor de 12 millones de colombianos inmunizados contra el COVID-19, entre ellos profesores de todos los niveles escolares, se empieza a esbozar un futuro más próspero para el sector de la educación. Lo anterior gracias al regreso de las clases presenciales en el segundo semestre del año, y con esto la reactivación de las viviendas estudiantiles, presentándose como una oportunidad de inversión que comienza a revivir.
Esta afirmación es respaldada por la noticia de The Real Deal, en el que Blackstone, uno de los principales fondos de inversión del Reino Unido, prevé que el número de estudiantes matriculados crecerá pese a la situación actual, pues consideran que el escenario es similar al de la crisis financiera del 2008, invirtiendo así a principios de este año US $6 billones en iQ y sus propiedades, compañías enfocadas 100% a residencias estudiantiles.
Predicción que puede ser perfectamente aplicada a la realidad colombiana, teniendo en cuenta que el proceso de vacunación avanza de manera gradual, asegurando así el retorno seguro y progresivo a las aulas y con ello la reactivación del ecosistema universitario, el cual, para el 2019 solo en Bogotá representaba cerca de 800 mil estudiantes, según la más reciente publicación del Sistema Nacional de Información de la Educación Superior SNIES. De acuerdo con este estudio para el año 2018 1’557.000 personas se inscribieron para obtener un título universitario, 598.000 a tecnólogos, 84.000 a especializaciones, 78.000 a técnicos y 68.000 a maestrías, un número que pese a ser inferior al de años pasados, aún se considera representativo para el acceso a educación superior en Colombia.
Otro hecho importante es que antes de la llegada del COVID-19, muchos estudiantes optaban por migrar de sus ciudades natales a aquellas que son consideradas ciudades universitarias por la alta oferta en educación superior que ofrecen y esto sin duda, implicó que tanto el modelo de aparta estudios como de residencias estudiantiles comenzara a verse como un sector con potencial de crecimiento.
En este contexto, las residencias universitarias representan una ventaja competitiva frente a una vivienda independiente en el periodo formativo de un universitario. En las residencias normalmente se destaca la ubicación estratégica, los servicios que facilitan a los estudiantes encontrar todo en un mismo lugar y el convivir con personas en la misma situación, facilitando el relacionamiento social.
Lo anterior refuerza el argumento de que es un sector en auge que pretende facilitar la vida estudiantil de los jóvenes colombianos. A pesar de que el regreso a la presencialidad se proyecta con normalidad para finales de este año, se requiere que el proceso de enseñanza y aprendizaje retome su rumbo lo más pronto posible y esto no deja de lado el retorno que deberán hacer los estudiantes a sus universidades y la necesidad inminente de encontrar un lugar cómodo y seguro para desarrollarse.